Nuestra historia
Encontrando inspiración a cada paso
En 2014, una transferencia de trabajo llevó a nuestra familia de cuatro integrantes de Bend, Oregon a Las Vegas, Nevada. Moverse hacia el sur significaba que podÃamos cruzar la frontera con México en solo unas pocas horas, asà que lo hicimos. A menudo. Después de innumerables viajes explorando la salvaje y maravillosa PenÃnsula de Baja California, consideramos la opción de mudarnos a Baja a largo plazo. Elegimos a Loreto por varias razones. Algunas, como tener acceso al aeropuerto y un lugar para que los niños vayan a la escuela, eran obvias. Agregue a eso la majestuosa Sierra Giganta y las aguas cristalinas de BahÃa Concepción y fue una especie de obviedad.
Lo que no esperábamos era lo rápido que Loreto nos abrazarÃa. Como forasteros en una ciudad con muchos expatriados, esperábamos cierto resentimiento de la población local. Después de todo, ellos estaban aquà primero. Esta es su calle, su tienda de comestibles, su escuela. Hicimos nuestro mejor esfuerzo para respetar esto. Aún asÃ, a pesar de las horas de lecciones de español y los mejores intentos de descifrar las costumbres locales, cometimos muchos errores. No aceptábamos las invitaciones por timidez y miedo, a veces nos olvidábamos de preguntar por la salud de un vecino, no nos entretenÃamos lo suficiente en la conversación. No importaba. Los loretanos son amables. Muy amable. En palabras de una mujer local, los loretanos son "calientito" o "warm" en inglés.
Gracias a Dios. Pronto me di cuenta de que las buenas intenciones y el espÃritu humano trascienden el lenguaje. Loreto ha reforzado lo que siempre he creÃdo. La gente es agradable. Especialmente en México. Asà que haz tu mejor esfuerzo para volver a ser amable. Aún mejor, trate de ser amable primero y vea qué sucede luego.
Después de solo unos meses comenzamos a sentirnos menos como visitantes y más como amigos. TodavÃa no siento que esta sea "mi" tierra, y espero no hacerlo nunca. Es más que suficiente para mà ser recibido con tanta amabilidad. Con un poco de suerte, puedo devolverte el favor algún dÃa.